jueves, 19 de enero de 2012

“Mi sentir”

- Era de noche ya hace apenas unas horas. La luna, que tantas veces antes le había fascinado, ahora, era su única cómplice.
Se sentó intranquilo en la silla y no paraba de mover la cabeza de un lado a otro. Parecía un loco y sudaba de nervios.
Tomó con su delgada mano un lápiz que estaba en aquel viejo escritorio, y acercó tembloroso la tinta al papel. Entonces comenzó a escribir compulsivamente sin mucha conciencia todo lo que tenía dentro, como si fuera una confesión y letra a letra dijo así:

Siempre me he sentido extrañamente alejado del mundo. Nunca he pensado como lo hacen los demás, las personas en verdad a menudo me llegan a desesperar, no las entiendo y me molesta hasta su forma de mirar.
Pensaba que el mundo era mucho más hermoso cuando era un niño, quería creer que la gente era buena y que sólo hacían el mal porque podían ser estúpidos y equivocarse. Hoy no estoy seguro si la gente es realmente mala, sólo sé que no soporto la estupidez.
Nunca pensé que podría llegar a este punto, llegué a amar tanto la vida que no la puedo vivir así.
Realmente el último tiempo no he sentido esa chispa que me animaba en mi interior, no siento una emoción hace meses, y nada me entusiasma lo suficiente para levantarme de mi cama.
Pensar que una vez tuve grandes sueños. No te creas que los haya olvidado, sólo que ya no pienso que se puedan concretar. Quizás mis sueños sólo vivirán cuando no abra mis ojos nunca más. Cuando me haya dormido por la eternidad.

- Se quedó quieto unos segundos. Reflexionaba sobre algo nuevo. Respiró profundo y continuó escribiendo:

Éste soy yo ahora, de camino a un viaje sin regreso. Atrapado en un mundo demasiado pequeño para mí. Las heridas que me lastimaron ayer, ya dejaron de sangrar, pero nunca pude olvidar la cicatriz que dejaron en mí. Lloré demasiadas noches, y en verdad luché, ¡Dios tú sabes que lo hice! Que lo intenté, pero ahora que veo toda la verdad, me doy cuenta que no estoy para más.
Es curioso, solía burlarme de la gente que consumía drogas y de los suicidas ¿Cómo podían ser tan menudamente estúpidos? Pero empecé a darme cuenta que la única manera de sentirme en tranquilidad, era adormecerme un poco.
La primera vez que me di cuenta de lo egoístas que pueden llegar a ser las personas, ahí comenzó mi camino hacía la soledad.
Decidí alejarme de la gente porque no compartía su brutalidad, el ego de todos me asfixiaba. Necesitaba escapar, irme lejos y no verlos más.
Siempre odié que me adularan, siento que no hay peor daño que se le puede hacer a una persona que halagarla, ¡Malditos zalameros embaucadores! La última vez que alguien me dijo “Eres el mejor” le dije que se callara, que no me importaba saber su opinión. ¿Por qué no pueden simplemente ser sinceros? Decirme “me gusta lo que haces” sería suficiente y sería verdadero.
Nunca he soportado la mentira, y parece ser la prostituta favorita de la gente, la usan cuando les conviene, cuando están necesitados y requieren una salida fácil, pero ella siempre vuelve a cobrar el trabajo, y el precio de la mentira siempre es muy alto, porque la verdad al final siempre aparece. Es realmente imposible mentir. Aunque la verdad siempre suele llegar atrasada, ¡maldita impuntual!
Las personas están equivocadas al pensar que una mentira puede hacer feliz, mentiras piadosas se suele decir, pero no existe semejante idiotez. La gente necesita saber todos sus jodidos defectos para poder ser mejores....